Entrevista

Francisco Moza, director de la AECID

“Hay que ser activos en maximizar las oportunidades de las personas con discapacidad en los países en desarrollo”

18/10/2011

Mario García

Resulta imposible estar 11 meses como director de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID) y no ser una persona comprometida.

Es lo que le ocurre a Francisco Moza, que pone en valor el trabajo que España realiza para las personas con discapacidad en algunos de los países más empobrecidos del mundo, con 40 millones de euros desembolsados en los últimos cuatro años.
 

Desde noviembre de 2010, Moza está al frente de la AECID, que ha sido galardonada con el Premio Cermi.es 2011 en la categoría de Cooperación Internacional, por "haber incluido con creciente eficacia en la política oficial de cooperación internacional de nuestro país la dimensión de la discapacidad".

¿Cuáles son los principales proyectos que la AECID ha puesto en marcha en materia de discapacidad?
La discapacidad es una prioridad para la cooperación española. Lo marca el propio Plan Director (de la Cooperación Española 2009-2012) y es una prioridad que hemos impulsado claramente desde la Agencia. Se han financiado alrededor de 40 millones de euros en los últimos cuatro años en programas que tienen que ver con la discapacidad, que se hacen muchas veces con organizaciones de las discapacidad o directamente en proyectos bilaterales con otros países. La discapacidad puede suponer en muchos países una doble discriminación, una discriminación por razón económica y social, pero también una discriminación por la propia discapacidad. Por eso, hay que ser especialmente activos en reducir las diferencias y maximizar las oportunidades de las personas con discapacidad en todos los países y también, por supuesto, en los países en desarrollo.

¿Cuáles son los países prioritarios en este ámbito?
Los países prioritarios son los países de la cooperación española. La discapacidad es un área transversal en igualdad de oportunidades y en mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad. En los más de 50 países en los que trabajamos estamos priorizando el área de discapacidad cuando o bien el Gobierno (local) o bien las ONG o bien nosotros mismos proponemos proyectos relacionados con personas con discapacidad.

¿Considera conveniente que la discapacidad sea tratada de modo específico y no de manera transversal en el Plan Director de 2013?
Lo que es absolutamente prioritario es que la discapacidad sea prioritaria para la cooperación española, un elemento de trabajo fundamental, como lo está siendo en este momento. Más allá de si el CAD (Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE) lo considera como sector, que tiene que ver con la baremación internacional, lo que está claro es que este Gobierno ha hecho una apuesta clara sobre la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad. Es una apuesta clara en España, pero también una apuesta clara a nivel internacional introduciendo la discapacidad dentro de la agenda política y la agenda de prioridades de la cooperación internacional.

¿Ha tenido la ocasión de visitar algún proyecto sobre el terreno vinculado con la discapacidad?
En Panamá visité hace un par de meses un proyecto con discapacidad que se estaba haciendo en colaboración con ONCE, en este caso para personas con síndrome de huesos de cristal, con una escuela y para el fomento de la educación y el desarrollo e igualdad de oportunidades de esos niños.

La AECID ha sido galardonada este año con uno de los Premios Cermi.es. ¿Qué supone para la AECID recibir este galardón?
Un privilegio. En los últimos años, mi trabajo con CERMI me ha servido para darme cuenta tanto en política social como aquí (en la Aecid) que es un ejemplo no sólo en España, sino también en el exterior. Cada vez que salgo fuera y hablo del CERMI a la gente le da envidia porque la capacidad que tiene la discapacidad organizada en España de tener influencia, de generar políticas y de generar calidad de vida para las personas con discapacidad es probablemente líder en todo el mundo en esa materia.

Creo que si no existiera el CERMI había que inventarlo, serían las propias personas con discapacidad las que lo tendrían que inventar. Como ya lo han hecho, ahora lo que tenemos que hacer es trabajar con ellos. Desde luego, es un ejemplo en todo el mundo de organización de la discapacidad y de cómo las organizaciones de las personas con discapacidad pueden reivindicar sus derechos y mejorar la calidad de vida de las personas a través de esa acción de lobby político.

Si de algo me siendo orgulloso en mis últimos años en el Gobierno es del trabajo que hemos hecho con las personas con discapacidad y las personas más vulnerables, tanto en política social como aquí. Las personas más vulnerables en cooperación son las personas que no tienen acceso a educación, a un sistema de salud, a agua…, pero también las personas con discapacidad en muchos casos ven incrementada esa dificultad con respecto a otras personas.